sábado, 28 de julio de 2018

El método Beckett

Beckett, en "El innombrable", hace un experimento filosófico curioso que consiste en preguntarse: ¿cómo contar lo que un hombre es (o hubiera sido) antes de cruzar ese "umbral" que es el lenguaje? Y para llevarlo a cabo elige una metodología particular también, ya que la novela está completamente compuesta por un único soliloquio.  Y esta contradicción, a saber: la de alguien que no puede dejar de hablar pero que al mismo tiempo no puede "decir quién es", es el punto de partida de la novela, y su razón de ser.
Las preguntas son, entonces: "¿quién soy yo?, ¿quién es, yo?, ¿soy yo, yo mismo, o soy una mezcla de mis congéneres? ¿Y cómo hacer para decirlo, para contarlo?" Esta identidad incierta cruza al protagonista a lo largo de todo el texto, incluso contaminando su noción espacio-temporal. "¿Estoy quieto, yo? ¿Veo a otros pasar, o quien pasa soy yo? ¿Alrededor de qué? Y al fin, un hombre, ¿qué es: una isla, un continente o el universo?


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